LA PUBLICIDAD EN LOS NIÑOS
A los 18 meses los niños empiezan a reconocer los logotipos. A los 3 años, según los expertos, creen que las marcas les ayudan a expresar su identidad. Ésta y otras conclusiones aparecen en el libro Born to buy de Juliet B. Schor, publicado recientemente en Estados Unidos.
A los 18 meses los niños empiezan a reconocer los logotipos. A los 3 años, según los expertos, creen que las marcas les ayudan a expresar su identidad. Ésta y otras conclusiones aparecen en el libro Born to buy de Juliet B. Schor, publicado recientemente en Estados Unidos.
Cuanto más involucrado está un niño en la cultura de consumo, más
probable es que sufra depresión, ansiedad u otros problemas emocionales o
psicológicos, revela el libro. Y la cultura de consumo es más difícil
de evitar para los niños hoy en día que nunca, especialmente con
anunciantes que se dirigen directamente a ellos, una práctica que surgió
al final de los 80.
Muchos de los niños a los que se dirigen todavía no han desarrollado
la habilidad de resistirse al poder de persuasión de los anuncios. De
hecho, varios estudios indican que los niños pequeños no distinguen
entre la programación y la publicidad.
En su defensa, los anunciantes aseguran que sus anuncios impulsan la
autoestima del niño presentando a otros niños que toman sus propias
decisiones independientemente de sus padres. Además, éstos tienen el
poder de decir “no” y limitar la exposición a la publicidad de su hijo.
Otra práctica común en Estados Unidos es la de que canales de
televisión emitan programas y publicidad en las aulas a cambio de
dejarles utilizar los monitores de vídeo y el equipo.
El libro incluye también una encuesta de 300 niños de entre 10 y 13
años, que muestra una correlación entre la implicación en la cultura de
consumo y los problemas emocionales y psicológicos, aunque la autora no
explica sus métodos suficientemente.
* otra inf. que encontre en otra pagina:
El dilema se agudiza
cuando se trata del punto que hoy nos ocupa: la publicidad relacionada
con niños y la responsabilidad ética de la influencia que en ellos
ejerce.
En este
problema cabe distinguir dos vertientes: la publicidad donde aparecen
niños y la dirigida a ellos. Este último es precisamente el punto que
nos interesa desarrollar.
En cuanto a
aquella publicidad que utiliza niños para promocionar productos,
conviene aclarar que ha sido objeto de regulación por parte de
diferentes organismos del Estado a lo largo de distintos gobiernos. El
propio Instituto Nacional del Menor ha creado un cuerpo de regulaciones
que norman este aspecto. Esta normativa ha variado a lo largo del
tiempo, desde la prohibición total y absurda de aparición de menores de
18 años en mensajes comerciales y publicaciones, hasta una regulación
más flexible. En ésta se prevé que el mencionado instituto efectúe el
estudio de cada caso en particular cuando involucre la inclusión de
menores en actividades publicitarias. En otras ocasiones se ha limitado a
prohibir la utilización de menores en mensajes que inviten al consumo
de "productos nocivos para la salud y artículos innecesarios o suntuarios".
El peligro
de legislar en términos demasiado amplios se traduce en una normativa
que puede pecar de vaga, como en este último caso, o de dejar a la
discreción del funcionario de turno la palabra final, con la consecuente
e inevitable inconsistencia de una decisión a otra.
En casos
extremos se dictamina en términos absolutos, con la consecuencia más
grave aún del absurdo que significa, por ejemplo, la ausencia total de
niños en un aspecto fundamental de la TV, como lo es la publicidad,
sobre todo en un país cuya población es, en su mayoría muy joven. ¿Cómo
se justifica que no estén representados los niños en un núcleo familiar,
por ejemplo, si fuera el caso de un comercial que promociona un club
vacacional de carácter familiar o un alimento para toda la familia, como
las galletas tipo "Kraker Bran" ?, o ¿Cómo se promocionarían pañales,
cereales infantiles, juguetes, etc., sin que algún niño aparezca en la
pieza publicitaria?, ¿Qué recursos utilizarían anunciantes como Chicco,
Gerber o Heinz?
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